El sistema vestibular es el encargado de regular nuestro equilibrio, la coordinación de nuestros movimientos y nuestro sistema de referencia en el espacio, la distancia que hay hasta otros objetos, la inclinación del plano y hasta nuestra propia postura. Sin un desarrollo adecuado durante la infancia, los niños tienen problemas para conservar el equilibrio y, por ende, relacionarse con el entorno.
El sistema vestibular es un sistema sensorial que se desarrolla en el útero materno y, en condiciones normales, se desarrolla durante los primeros meses conforme se agudiza el sentido de la vista y la percepción espacial. Sin este sistema, el niño no puede mantenerse en pie, realizar movimientos como andar o correr e, incluso, le resulta incómodo desplazarse de manera natural debido a la pérdida de puntos de referencia. Se pierde seguridad y estabilidad, por lo que el niño deja de intentar andar de manera autónoma. Entre los muchos síntomas que produce una deficiencia en el sistema vestibular, los más importantes son torpeza, coordinación de movimientos difíciles, mala evolución de las distancias, nauseas…