Un plano inclinado consta de un mecanismo simple que consta de una camilla o superficie plana suspendida sobre el suelo en un ángulo agudo que se utiliza para terapia. Esta máquina simple puede tener diferentes grados de inclinación según su utilización, pero mantiene el cuerpo a una altura media del suelo suspendido en todas sus variantes. A esta herramienta se la conoce también como tabla inversa o tabla invertida y su principal función es la de mejorar la sintomatología y problemas relacionados con las desviaciones de columna principalmente.
Un plano inclinado sirve para proporcionar alivio a las zonas de la columna que generalmente sostienen nuestro peso. En una posición bocabajo gracias a este mecanismo, eliminamos la presión a la que se ven sometidos diariamente. Dependiendo del plano, este puede tener una inclinación de entre 30 y 45 grados. Generalmente, las tablas inclinadas tienen en cuenta la distribución del peso y su superficie está forrada con una base antideslizante como una goma o jebe, también puede tener como tope, la parte de abajo, una pared o un mueble pesado.
Este mecanismo puede ser muy beneficioso para personas que tengan problemas de columna, enfermedades físicas que afecten a la musculación del torso o personas que estén en silla de ruedas. El plano inclinado facilita el descanso de la zona lumbar, cuello, muslos, piernas, manos y pies. En los niños, esto es especialmente beneficioso en las primeras etapas de marcha o preparación para la posición vertical.